El Año Nuevo es una época llena de tradiciones y supersticiones en todo el mundo, y Bulgaria no es la excepción. En este país de Europa del Este, la llegada del Año Nuevo está llena de magia, costumbres arraigadas y una gran dosis de supersticiones que se han transmitido de generación en generación.
Una de las tradiciones más populares en Bulgaria es la de la “surva”, una forma de purificación que se lleva a cabo durante la noche de Año Nuevo. Los jóvenes recorren las casas del pueblo disfrazados con máscaras y tocando campanas, cantando canciones de buenos deseos y bendiciones para el año que comienza. Se dice que esta costumbre ahuyenta a los malos espíritus y trae buena suerte.
Otra costumbre arraigada en Bulgaria es la de la “hidrela”, que consiste en bañarse en aguas frías el primer día del año para purificar el cuerpo y el espíritu. En algunas zonas del país, la gente se sumerge en ríos helados, mientras que en otras prefieren tomar un baño frío en casa. Se cree que este ritual proporciona salud y protección durante todo el año.
Además, en la víspera de Año Nuevo, los búlgaros tienen la tradición de construir “pogachas”, unos panecillos redondos decorados con motivos simbólicos y bendecidos con incienso. Estos panecillos se comparten con la familia y los amigos como un gesto de buena suerte y prosperidad para el año que comienza.
Por supuesto, no pueden faltar las supersticiones relacionadas con el Año Nuevo en Bulgaria. Por ejemplo, se dice que si el primer pie que pisa una casa en Año Nuevo es el de un hombre, traerá buena suerte, pero si es el de una mujer, traerá mala suerte. También se considera de mal augurio barrer la casa el primer día del año, ya que se cree que se barren las buenas energías.
En resumen, la magia de Año Nuevo en Bulgaria está llena de costumbres arraigadas y supersticiones que forman parte de la rica tradición cultural de este país. Estas prácticas no solo llenan de alegría y diversión a las celebraciones, sino que también brindan esperanza y buenos deseos para el año que comienza. Sin duda, la llegada del Año Nuevo en Bulgaria es una experiencia única y llena de encanto.
