San Jorge es considerado el patrón de Bulgaria, y su día se celebra con una serie de rituales y costumbres que reflejan la rica herencia folclórica del país. Una de las tradiciones más populares es el baile del “Horo”, una danza folclórica en la que los participantes forman un círculo y bailan al ritmo de la música tradicional búlgara.
Otra costumbre destacada es la de regalar ramitas de laurel a las personas queridas como símbolo de protección y buena suerte. También es común que las parejas intercambien pequeños obsequios hechos a mano, como prendas de ropa o joyas, como muestra de afecto y devoción.
Además, en algunas regiones de Bulgaria, se llevan a cabo desfiles de caballos decorados con cintas y flores, en honor a San Jorge, quien es conocido por su destreza como jinete. Estas festividades suelen estar acompañadas por comidas tradicionales, como cordero asado, pan bendecido y vino, que se comparten en familia y con amigos.
Aunque el Día de San Jorge es una fiesta religiosa, también tiene un fuerte componente pagano. En muchas localidades rurales, se realizan ceremonias de purificación y protección, en las que se encienden hogueras y se saltan sobre ellas, en un intento de ahuyentar los malos espíritus y atraer la buena fortuna.
En resumen, la celebración del Día de San Jorge en Bulgaria es una muestra viva de la rica tradición y cultura del país. A través de distintos rituales y costumbres, los búlgaros celebran la llegada de la primavera, la protección de su patrón y el comienzo de un nuevo ciclo de vida y fertilidad. Esta festividad, que combina elementos tanto religiosos como paganos, refleja la conexión profunda de Bulgaria con sus raíces históricas y folclóricas.
