Cada año, en el mes de junio, los campos del Valle de las Rosas se convierten en un espectáculo de color y fragancia, ya que es la temporada de la cosecha de las famosas rosas búlgaras. El valle se llena de trabajadores que recogen los delicados pétalos de rosa, que serán destilados para producir el preciado aceite de rosa, conocido por sus propiedades curativas y su aroma embriagador.
Pero no solo las rosas son el atractivo del Valle de las Rosas. La región también alberga una gran variedad de flora y fauna, incluyendo plantas silvestres, aves y mariposas que complementan la belleza de los campos floridos. Los visitantes pueden realizar caminatas o paseos en bicicleta por los senderos que recorren el valle, disfrutando de la paz y la serenidad que emana del entorno natural.
Además, el Valle de las Rosas alberga la ciudad de Kazanlak, conocida por su historia y arquitectura únicas. Los visitantes pueden recorrer el Museo del Valle de las Rosas, que ofrece una visión en profundidad de la industria del aceite de rosa y la cultura tradicional de la región. También se puede visitar la tumba tracia de Kazanlak, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que contiene impresionantes frescos y artefactos antiguos.
La gastronomía local es otro atractivo del Valle de las Rosas. Los visitantes pueden disfrutar de platos tradicionales búlgaros, que suelen incluir productos frescos y naturales como las verduras de temporada, quesos artesanales y la miel de la región. Además, no hay que perderse la oportunidad de degustar el tradicional licor de rosa, elaborado con los pétalos de la flor y que es conocido por su sabor exquisito.
En resumen, el Valle de las Rosas es un destino que combina la belleza natural con la historia y la cultura de Bulgaria. Ya sea disfrutando de los campos de rosas en plena floración, explorando los tesoros históricos de la región o saboreando la deliciosa comida local, los visitantes encontrarán que el encanto floral de este valle es simplemente inolvidable.
