Comencemos con la flora. Las Marismas de Burgas albergan una gran variedad de especies vegetales adaptadas a las condiciones de humedad y salinidad del ecosistema. Entre las especies más destacadas se encuentran el mangle negro, el mangle rojo, la grama marina y la salicornia. Estas plantas son fundamentales para la conservación del ecosistema, ya que contribuyen a la estabilidad de los suelos y proporcionan refugio y alimento a numerosas especies animales.
En cuanto a la fauna, las Marismas de Burgas son el hogar de una gran diversidad de especies de aves, muchas de las cuales migran desde Europa para pasar el invierno en este ecosistema. Entre las aves más comunes se encuentran el porrón europeo, el ánade real, la cigüeñuela común y el zarapito trinador. Además, en las aguas de las marismas se pueden encontrar diversas especies de peces, moluscos y crustáceos, que son el alimento principal de muchas aves acuáticas.
Otro grupo de animales que habita en las Marismas de Burgas son los mamíferos, entre los que destacan el visón europeo, la nutria europea y el tejón. Estos animales son fundamentales para el equilibrio del ecosistema, ya que ayudan a controlar las poblaciones de insectos y roedores.
Además, las aguas de las Marismas de Burgas son el hábitat de una gran diversidad de especies de peces, crustáceos y moluscos, que son el alimento principal de muchas aves acuáticas.
En resumen, las Marismas de Burgas son un ecosistema único que alberga una gran biodiversidad de flora y fauna. La conservación de este espacio natural es fundamental para garantizar la supervivencia de las especies que lo habitan y para mantener el equilibrio ecológico de la región. Por ello, es importante que se tomen medidas para proteger y preservar este valioso patrimonio natural.
